Esposado y despojado de su uniforme a golpe de tijera, así terminó uno de los oficiales de la cárcel de condado de Wayne, en Georgia, tras saberse que había violado el juramento a su cargo tras comerciar con los reclusos con diversos materiales totalmente prohibidos en la institución.
Tras un operativo de varias semanas, la oficina del sheriff del condado de Wayne descubrió que el oficial Dayton Beasley había iniciado un mercadeo con otros reclusos, lo que fue advertido por otros funcionarios de la prisión. Al momento de saberlo, uno de los propios oficiales de la institución penitenciaria lo esposó y con unas tijeras le retiró su uniforme para dar ejemplo a los reclusos.
El propio alguacil del condado, Chuck Moseley y el jefe de Policía de Jesup, Perry Morgan, dijeron que la corrupción en sus instituciones no será tolerada de ninguna de las maneras y que esta era la mejor de las maneras para ponerlo presente.
Un episodio que lamentablemente se repite en otros centros penitenciarios y que continúa en investigación en la propia cárcel de Wayne bajo sospecha de que otros funcionarios podrían estar relacionados con el caso. Tras este episodio, los oficiales de seguridad se lo pensarán dos veces antes de saltarse el código interno del centro.
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